jueves, 10 de febrero de 2011

Nuestro hemisferio derecho

“Para la mente derecha, no existe más tiempo que el momento presente, y cada momento está vibrante de sensaciones. La vida o la muerte ocurren en el momento presente. La experiencia gozosa ocurre en el momento presente. Nuestra percepción y experiencia de la conexión con algo más grande que nosotros mismos ocurre en el momento presente. Para nuestra mente derecha, el momento ahora es intemporal y abundante.

En contraste, nuestro hemisferio izquierdo (…) toma cada uno de esos ricos y complejos momentos creados por el hemisferio derecho y los va ordenando temporalmente. Compara uno por uno los detalles que forman este momento con los detalles que forman el momento anterior. Organizando los detalles en una organización lineal y metódica, nuestro cerebro izquierdo manifiesta este concepto de tiempo en el que nuestros momentos se dividen en pasado, presente y futuro.”
Jill B. Taylor, en “Un ataque de lucidez” (ed. Debate)
"Uno no puede bañarse dos veces en la misma idea. Sigo el pensamiento de Heráclito que decía que uno no debía bañarse dos veces en el mismo río. Las ideas deben ser como las camisas, que uno se cambia constantemente. No hay que ser fiel con las ideas, ni siquiera con las políticas ni morales ni artísticas ni nada. Hay que usarlas mientras sean útiles y después cambiarlas. Si no, se envejece”

Alejandro Jodorowsky
***
Hay un experimento en el que se demuestra que si te dejamos con los ojos vendados, en apenas unos días la parte de la corteza cerebral que normalmente procesa la información visual empieza a procesar la del tacto y la del oído, y aumenta la memoria verbal.

-¿Tan plástico es?
Tanto que ya se ha comprobado que el uso insistente del dedo pulgar por los jóvenes en los teléfonos móviles hace que ahora, cuando mueven ese dedo, se enciende un área mayor del cerebro. Para bien o para mal, toda actividad, toda percepción, cambia nuestro cerebro. Y todo pasa en el cerebro. Si tienes una pancreatitis crónica, puede ser una disfunción cerebral tanto como orgánica, porque el cerebro es un artefacto capaz de automonitorizarse. El resultado es la autoconciencia.

-¿Significa eso que si tuviéramos el suficiente control del cerebro podríamos llegar a autocurarnos?
El mecanismo seguramente existe, lo que no sabemos es cómo activarlo. El cerebro consume el 20% de la energía que gasta nuestro organismo, y consume casi la misma tanto cuando está muy activo como cuando está en reposo. Yo creo que esta actividad cerebral “por defecto” se dedica a promover mecanismos de defensa para proteger la salud del organismo.

(Extracto de una entrevista con Álvaro Pascual-Leone, Publicado en El País)  Marcela Paz. Chile.

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